20 jun 2008

“SIMPLEMENTE JULITO”

El tiempo pasa para todos, y en todos deja huella, pero hay algunas personas que logran dejar su marca.
Este es el caso del personaje en cuestión.
De chico, en su familia, le inculcaron los valores del rugby.
El paso siguiente fue la canalización del deporte, junto a sus hermanos, que lo acompañaron en tal travesía.
La siguiente escala se cae de madura: La Plata Rugby Club.
El “muchachito” se hizo hombre y bastante grandote por cierto.
Jugar en la primera de su club fue algo muy natural para él.
Pero si se tiene su temple y potencia, seguro que resultaría todo mucho más fácil.
Es así que el deportista empezó a “vivir la vida”, como quien dice, y en un momento determinado y crucial, decidió hacer las valijas y recalar en el Viejo Continente, mas precisamente en Italia.
Mayormente el motivo económico, fue lo que lo empujó a tomar tal decisión y otro tanto, las vivencias que pudieran sucederle, hicieron el resto.
Además se le puede agregar que allá estaba instalado un emblema del club “canario” y quien le hizo de nexo para dar este paso: el ex segunda línea Ramiro Cassina.
La experiencia no resultó todo lo positiva que el personaje soñó, pero una vez cumplido el objetivo económico propuesto, decidió pegar la vuelta, y vaya si acertó en el momento de hacerlo.
Su queridísimo club de “la ciudad d e las diagonales” estaba a punto de obtener el mayor hito en su historia.
Como a él le gusta decir: “los astros se juntaron” y el team de Gonnet, se consagró campeón del torneo de la U.R.B.A.
En ese equipo y para esa misma campaña, también recaló Cristián Mendy- ex Los Tilos y Puma-.
¿Tal vez, “olfateó” que debía acompañar a “Julito” a escribir la historia?
El caso es que por problemas con el club de Barrio Obrero, se vino a jugar para los “canarios” y quemó su último año- ¿y qué año?!- abandonando su tradicional puesto de veloz wing, para ser un potente centro.
Pero volviendo a nuestro personaje principal, debo mencionar que este octavo- tipo “topadora” - jugó ese año- 1995 -por primera vez de ala, para que el “Pato” Angaut, siguiera de ocho, completándose la fenomenal tercera línea con el “mono”, Esteban Meneses.
Tres tipos de más del metro noventa, algo para nada frecuente en aquella época.
En una palabra: equipazo!
Desde el pilar izquierdo hasta el fulback.
Este gigantón sintió que cuando derrotaron a Pucará el tan ansiado, añorado y soñado campeonato, ya no se les escapaba.
La Plata fue una verdadera fiesta y todo se tiñó de amarillo y sonó el grito de “Dale Bó” por todos lados, párrafo aparte para “Coco”, el padre del pilar “Cococho” Saulnier, que con su vozarrón arengó en todo momento.
Y como estos hombres iban por más, quedaron en las puertas de obtener el Torneo Nacional de Clubes de ese año, perdiendo una recordadísima final con el CASI.
Es aquí cuando “Julito” acepta haber cometido errores- recordemos que al finalizar el partido tuvo un arrebato para con el árbitro, el “Bobe” Cazenave, a quién increpó de mala manera, acusándolo de haber inclinado la cancha para los de San Isidro.
Mas allá de si tenía razón o no, bien sabemos que esto en el rugby, se paga!
El personaje fue suspendido por año y medio, cuando toda la prensa especializada del país, lo pedía a gritos para Los Pumas, ya que sólo Pablo Camerlyncy- el ocho de Regatas- estaba a su altura para ponerse la celeste y blanca.
Lamentablemente pagó muy caro su error y sólo en virtud a su “chapa”, es que se pudo sacar el gusto de vestir la celeste y blanca, en un par de oportunidades, en el año 1998, pero ya no era el mismo.
Ya no era el “toro” que, mediante un hand-off, se sacaba cuanto rival se pusiese adelante e ingresaba al in-goal, llevándose todo por delante.
Representando a Los Pumas, le tocó enfrentar a Japón y tuvo como “compañeritos” a “Nani” Corletto, Mario Ledesma, “el Ninja” Todeschini y “el Bere” Stortoni, entre otros.
Siguió jugando con la camiseta de su club unos años más y cuando se sintió conforme con su carrera deportiva, dijo “basta para mí”.
Automáticamente, se calzó el buzo de entrenador y dirigió en el ascenso del rugby de la U.R.B.A.
El club Porteño y Casa de Padua pudieron disfrutar de su sapiencia y apasionamiento por el “deporte de los hombres de anchos hombros y de narices chatas”.
También quiso volcar algo de todo lo que su institución le dio y la Menores de 17 años, estuvo de parabienes, con él, al comando de la misma.
Además, también representó al seleccionado de Buenos Aires y a “Los Pumas Classic”.
Este año decidió parar y tomárselo “sabáticamente” en lo que a rugby respecta y la familia, pudo disfrutarlo los sábados, día que por varias décadas, estuvo dedicado exclusivamente a la ovalada.
Hoy podemos estar orgullosos que nos visitara en los estudios de la Radio Plus y en nuestro programa de rugby semanal, al que decidimos llamar Drop and Roll, un “tipazo”, como lo es Julio Brolese, “Julito” a secas para los amigos.
Por Juan Pablo Bava Bussalino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JULITO ES UN FENOMENO!!!
OJALAVOLVAMOS ATENER OTRO COMO EL EN EL CLUB

Anónimo dijo...

EXCELENTE NOTA, SIGAN ASI!!
CONVOQUEN A CRIS MENDY!!!
SALUDOS