“LA VERDAD, UN TRASPIÉ TOTALMENTE INESPERADO”

Raro jugar un domingo al rugby, pero a veces toca y si la razón es que se atrasó un día la fecha, porque jugaron Los Pumas el sábado y , aparte, ganaron, todo más que bien!
La tarde muy pintó muy linda, daba toda la sensación que sería la propicia para ver un lindo encuentro y deleitarse con el buen rugby.
Por lo tanto decidimos poner proa a Gonnet y aparecernos por la cancha de Universitario, que venía de darle tremenda paliza al club Italiano de visitante, en la fecha pasada.
Antes que el hombre de negro pite el inicio del match, nos cruzamos con Javier Lagioiosa, el altísimo (2.00 mts.) segunda línea del primer equipo de la “U”, que nos contó que no está jugando porque padece un terrible dolor en la espalda, que no le permite entrenarse y mucho menos, jugar, pero igual ahí estaba, estoico, dando el correspondiente aliento a sus compañeros, que se preparaban para ingresar al campo de juego.
Alguien nos comentó que Ramiro Álvarez tampoco sería de la partida, ya que un fuerte dolor en los isquiotibiales le impedía calzarse los cortos.
El siguiente paso fue advertir un cambio en la línea de backs, siendo que su capitán y apertura-Ricardo Morgan- pasaba a jugar de centro, haciendo pareja con Gastón Virgolini y uno de los “mellis” Zunino se calzó la nº 10- el otro fue de wing-.
Insistimos en que este partido con Casa de Padua, era de los denominados “accesibles” para la gente de negro, pero en el rugby- como en cualquier deporte- nada está dicho de antemano y partidos son partidos...
De movida pareció que era para “las panteras negras”, que enseguida se fueron a jugar en campo adversario y dispusieron de ocasiones de marcar, pero no solo que no entraron al in goal, sino que fallaron los penales factibles que les otorgaron.
El equipo visitante, con una primera línea lenta y de excesivo kilaje- demasiados ravioles se comen en Padua parece-, cada oportunidad que tuvo, la aprovechó.
Esa fue la mayor diferencia que pudo observarse en los primeros 40 minutos.
Fue un equipo de poco bagaje rugbístico, pero con mucha experiencia y conocedores de sus limitaciones- los visitantes tricolores- y otro completamente individualista- el dueño de casa- al que no le salía nada.
Entre los atenuantes se puede decir que es un equipo totalmente en formación el de Universitario, e incluso en la cancha solo tenía experiencia en “Ricky” Morgan y algo en Blas Toledo- de muy buen partido, pese a los desatinos de su equipo-en los backs y Matías Rodríguez entre los forwards, lo cual es muy poco, pero el técnico Juan Damioli, por lesiones y demás yerbas, consideró que ese era el team mas apto para esta fecha.
Obviamente la segunda parte estuvo de más para el local, y solo se rescata la llegada al try y la vuelta de un talentoso, como es Lautaro, el menor de los hermanos Álvarez, que cuando promediaba la 2da etapa trató de agilizar el juego desde su posición de medio-scrum.
Por otra parte, hay que decir que fue muy malo el arbitraje del experimentado Martín González Deibe, que en todo momento estuvo lejos de las jugadas y se guió mucho por los gritos de las parcialidades , que por lo que verdaderamente pasaba adentro.
Igualmente, esta no es excusa para justificar la derrota de Univeritario, ya que pitó mal para ambos lados.
Pese a que comenzó siendo una linda tarde de sol, culminó siendo bastante fresca, motivo que hizo que la concurrencia de público, no sea como la de otras veces, aunque ello no obstó que se pudiesen ver lindas señoritas y algún que otro niño, bien emponchado por sus temerarios padres.
Entre el público presente pudo verse la imponente figura de ”Julito” Brolese, el recordado ala / octavo campeón con La Plata R.C. en el año 1995.
Aparentemente pasó a saludar a algunos amigos del club que, a la postre, se llevó el premio, me refiero a la gente de Casa de Padua, que derrotó a Universitario por un scorer de 27 a 13.
La “U” dejó pasar una gran oportunidad para posicionarse mejor y seguramente, el jueves venidero – se juega la fecha entre semana- saldrá a matar o morir, ya que querrá olvidar rápido, este paso en falso contra Padua.